Cimentación Superficial


1. Cargas muertas o el propio peso de la estructura
2. Cargas móviles como lo son las personas o el mobiliario
3. Cargas por viento
4. Cargas por fuerzas sísmicas

La cimentación se encarga de repartir las fuerzas que transmite una estructura a los elementos como las columnas y las vigas. Existen cuatro tipos de cargas:

Las Cimentaciones Superficiales reparten la fuerza que le transmite la estructura a través de sus elementos de apoyo sobre una superficie de terreno bastante grande que admite esas cargas.

Se considera cimentación superficial cuando tienen entre 0,50 m. y 4,00 m. de profundidad, y cuando las tensiones admisibles de las diferentes capas del terreno que se hallan hasta esa cota permiten apoyar el edificio en forma directa sin provocar asientos excesivos de la estructura que puedan afectar la funcionalidad de la estructura; de no ser así, se harán Cimentaciones Profunda.

Consideraciones constructivas:
1. Instalaciones hidrosanitarias: Se ubican por encima, por debajo (>100mm entre malla e instalaciones) o a través del sobrecimeinto. La intersección de la malla y la instalación debe ser rellenado con concreto pobre y no se deben ubicar por ningún motivo en vigas de cimentación.
2. Juntas: Se encuentran a más de 30m a menos que los estudios geotécnico indiquen lo contrario
3. Muros divisorios no estructurales: Dichos muros se apoyan sobre cimentaciones similares a muros estructurales.
4. Pase de ductos: A un tercio céntrico del elemento, donde existe menor esfuerzo, pueden ser ubicadas las tuberías (Zona de tracción) causando menor efecto en la estructura.



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